jueves, 24 de mayo de 2007

BIENVENIDOS A TODOS, CONSIDÉRENSE EN SU CASA Y PÓNGANSE CÓMODOS...

Tras mucho debatir, platicar, discutir, insinuar y toda una ristra de verbos relativos al puro don del intercambio de ideas, he decidido (espoleado por amigos conocidos y adversarios -que también son amigos-) intentar adentrarme, no sé si por mucho tiempo, en una incierta andadura por el apasionante, pero peligrosamente insípido si no se cuida, universo del blog.

Para comenzar seré breve. Únicamente daros la bienvenida a todos los que, queriendo o sin querer, de casualidad o intencionadamente, paséis por aquí.

Conociéndome os anuncio que el contenido de lo aquí presente será de lo más variopinto e incluso contradictorio. Como la vida. Intentaré abordar, sin reconocerme experto en nada, el mundo del cine, la música, chascarrillos de costumbres, poesía, literatura, amigos, acontecimientos e incluso política (aunque en esto último ya tengo un amigo que, pese a su ideología, lo hace y lo seguirá haciendo mucho mejor que yo).

Sin querer entreteneros mucho en esta primera entrada, no más que para que sirva de presentación y bienvenida, mis primeras palabras, y mi primera imagen, serán para alguien que está demasiado lejos para lo cerca que yo quisiera que estuviera. Y como a partir de aquí, si lo estás leyendo, te habrás dado cuenta de que me refiero a ti, cambiaré pues la segunda persona del plural por la segunda del singular.

Aquí te dejo, guapa, pensando en ti, unos versos de Mario Benedetti que seguro te son conocidos.

Mil besos para ti y, quedando a su disposición, un cordial saludo a para todos ustedes.

El Trovador Errante

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te salves ahora
ni nunca, no te salves,
no te llenes de calma,
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados
pesados como juicios,
no te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzgues sin tiempo,
pero si pese a todo
no puedes evitarlo,
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas, entonces
no te quedes conmigo.

5 comentarios:

zeta dijo...

¿Ves como en el fondo llevaba razón? Bienvenido :-)

El Trovador Errante dijo...

Gracias Antonio... esta es tu casa.

N dijo...

¿De dónde voy a sacar tiempo para leeros a todos? En fin, me alegro de leer un poco de poesía. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tu nueva andadura, Pe-
Estoy segura de que leerte va a ser un gran placer para todos.
Gracias por compartirte y ánimo!!

El Trovador Errante dijo...

Gracias a ti (y a la otra Natalia, que escribió un mensaje anterior al tuyo). Para mi también será un placer compartir e intercambiar ideas con vosotros.