jueves, 14 de junio de 2007

LA MALA PUBLICIDAD Y PILAR RUBIO

¡Viva la madre que te parió! Después de reflexionar sobre la vida y la muerte, no queda mal darse un paseo por el boulevard de los placeres mundanos. Que de todo tiene que haber en la viña del Señor. A todos los filósofos que os planteáis el sentido de la vida y/o la existencia de la deidad… para mí, ésta es una de las pruebas más claras de que Dios existe. Un milagro de la naturaleza. Y es que, al final, todo está conectado. Lo divino y lo profano. ¡Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor!, alabadlo con arpas y cítaras.

Guapa, pero no artificial. Sensual, que no ordinaria. Nada de delgadez extrema. Muestra una imagen enloquecedoramente saludable. Con más curvas que la carretera de la Alpujarra. Y, por lo que se ve, la tía es simpatiquísima, lo cual es raro conjugándose las cualidades anteriores. Si ustedes gustan, pueden seguir su periplo como reportera en la Sexta.

Hasta aquí he hablado de lo que entra por la vista. Irrebatible. Pero, además, si la escuchas hablar, da la sensación de tener una cabeza bastante bien amueblada. No es que yo tenga el placer de conocerla, pero me parece una muchacha bastante inteligente. Aunque, así de primeras y a bocajarro, yo no la querría para jugar al Trivial precisamente.

No se crean ustedes que es la típica torda provocativa, chula, prepotente, y pusilánime que no ve más allá de sus, innegables, encantos. Nada más lejos de la realidad. Por si fuera poco, la tía es medio roquera. Toma castaña. Nada de David Bisbal, Bustamante o la puta que los parió. Ole, ole y ole. Dan ganas de que se acerque a ti y te diga aquello de: - Cántame una canción al oido… y te pongo un cubata… ¡Guapa!

La vi por primera vez en un anuncio donde jugaba al billar en un bar. Su elegante pose hacía que sus lindas posaderas taparan una pequeña televisión que retransmitía un partido de fútbol que era visualizado, a su vez, por tres o cuatro zagales. Entonces ella, con esos ojos de gata que Dios le ha dado, y al darse cuenta de que estaba en medio, los mira y, con una dulce voz, no sé si de ángel o de diablo, les dice: - ¿Molesto?...

El anuncio hacía publicidad de… ¿un coche?... ¿una colonia?... sinceramente, ¿para qué les voy a engañar?... si les digo la verdad, no me acuerdo.
El Trovador Errante

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedrito... estás hecho un Torrentillo pero a lo fino. No sabes tú na... La verdad es que la chavala está estupenda.

Esta claro que si Dios quisiera daría muchas más pruebas de que existe... :-P

El Trovador Errante dijo...

Bueno... si es a lo fino, acepto lo de Torrentillo.

Un abrazo!

Y sin embargo... dijo...

Hombre... fea, lo que se dice fea... pues no es! De todas maneras yo, si puedo elegir, condición en la que no creo encontrarme, me quedaría con Patricia Conde.

Lo dicho, Torrente. ;)

El Trovador Errante dijo...

Antoñaco, te contesto con una sabia frase de mi hermano: Tú elige entre las dos, que yo me quedo con la peor.

Un abrazo!