jueves, 31 de mayo de 2007

PERDIDOS... POR ELLA




Lost. Perdidos. Yo había oído hablar de esta serie cuando estaban a punto de terminar la primera temporada pero, la verdad sea dicha, el rollo del grupito que se pierde en una isla desierta no me pareció ni original ni atrayente. Ya saben, lo típico. Una cuadrilla de guapos y guapas flirteando entre palmeras. Otro folletín yanki. Eso pensé yo al principio.

Un querido amigo me dijo que la viera. Que era increíble, que me iba a encantar, que él me la pasaba en cedé, que tal y tal y tal y brasa, brasa, brasa. Al poco, y sin yo pedírselos ni mostrar mucho interés, me dejó los cedés. Yo no les hice ni puto caso y me encontré con él al cabo de una semana:

- Todavía no has visto ningún capitulo ¿verdad?...
- No - dije yo - ¿cómo lo sabes?...
- Porque si lo hubieras hecho estarías tan enganchado que te hubiera faltado tiempo para comentarme algo.

Tampoco le hice mucho caso aquella vez. Por lo general suelo ser reacio a ver aquello que te imponen porque, según creen, te va a gustar o te tiene que gustar por cojones. Total. El caso es que un fin de semana de estos en los que, por avatares del destino, te encuentras en casa, con más tiempo libre de la cuenta, sin tener nada que hacer, fui al ordenador a escribir un correo y, cuando me disponía a hacerlo, me quedé mirando pensativo los cedés de la serie. Igual tiene razón este hijoputa, me dije. Inserté el disco compacto y cuando me quise dar cuenta ya me había tragado los dos primeros capítulos. Y en poco menos de dos semanas la primera temporada.

Mi reflexión, entre el capítulo uno y el veinticuatro fue evolucionando tal que así: Bueno, una serie yanqui más… por lo menos no es de médicos… aunque, la verdad, no está nada mal… no es el rollo Robinsón Crusoe que me esperaba… y mucho menos una pifia a lo Sensación de Vivir en los Mares del Sur… ya no es sólo la supervivencia… hay algo intrigante en la isla (y no me refiero a la típica panda de aborígenes salvajes con tres o cuatro dinosaurios) que genialmente se oculta y se va desvelando para volverse a ocultar en el engranaje de un extraordinario guión que, aunque al principio lo parezca, no deja cabos sueltos.

Independientemente del hilo principal (lucha por la supervivencia, lucha contra lo oculto, y lucha interna de cada personaje) hay dos recodos interesantes, que van aliñando la historia, como son, por un lado, las relaciones que se van fraguando entre los protagonistas, y, por otro, la vida anterior de cada uno de ellos, la cual se va mostrando con la técnica del flashback. Esta trama no se mantendrá por mucho tiempo, pensé… me di cuenta de lo equivocado que estaba cuando al final de la tercera temporada la tensión por la historia y mi devoción por la serie era, como les pasa a algunos con los partidos políticos, incondicional. Nada es lo que parece y nadie es quien dice ser. Si el extraordinario guión y la genial puesta en escena te deja alguna neurona libre es entonces cuando te das cuenta de otro detalle no menos importante… el reparto. Y te das cuenta de que, sin que tampoco haya que nominarlos para la alfombra roja, lo hacen bien los cabrones. Una interpretación mucho más que decente dentro de un guión brillante y originalmente atractivo.

Cada cual, inevitablemente, se va identificando con ciertos personajes: un cirujano que toma las riendas del grupo, un excombatiente irakí, un estafador, una fugitiva (Evangeline Lilly -Kate-, arriba expuesta), un matrimonio coreano, un colega con sobrepeso, una muchacha embarazada, una estrella del rock… y, entre otros muchos no menos interesantes, el misterioso John Locke (mi personaje masculino favorito): un tío calvo que antes del accidente de avión vivía en una silla de ruedas y que, tras estrellarse en la isla, milagrosamente, puede andar. Cada uno añade, muy dignamente, un trozo de su personalidad a la serie. Si no simpatizas con Fulano acabarás simpatizando con Mengano y, por otro lado, lo cual demuestra que los actores hacen bien su trabajo, es posible que, a lo largo de la serie, tus simpatías iniciales vayan cambiando de unos a otros.

Verdaderamente es una droga. No una droga folletinesca a lo culebrón de Coelho. Una serie bastante digna que ha conseguido mantener la intriga inicial (ninguno dábamos un duro por que fueran capaces de hacerlo) a lo largo de tres temporadas sin bajar el nivel y con un elenco de actores que hacen un trabajo más que decente.

Si alguno de ustedes tiene la oportunidad de visualizar los dos primeros capítulos, me atrevería a decir que, casi inevitablemente, acabará perdido. Perdido por la serie o, lo que es peor (como yo), perdido… por ella.



El Trovador Errante

martes, 29 de mayo de 2007

LA SONRISA DEL SEÑOR COELHO


Yo no soy más listo que nadie, pero tampoco soy más tonto que la mayoría. Desde mi humilde punto de vista pienso que, junto con la tortilla de patatas del Mercadona, el señor Paulo Coelho es lo más artificial que ha dado el siglo. Igual me equivoco, pero no mucho. El caso es que el tío debe ser inteligentísimo, en tanto en cuanto ha conseguido hacerse con un gran mercado de lectores, más o menos fieles, a los que les ha venido bien su estilo: una especie de relatos folletinescos de autoayuda en plan novelado.

Hasta aquí, mire usted, no tengo nada que reprocharle. Cada escritor trabaja como quiere y en el mercado que quiere. Estoy seguro de que hay gente a la que le sirven sus libros. Nada que objetar. Yo, entre otras cosas, soy lector de numerosos bestsellers de bolsillo de estos que salen a la luz con fecha de caducidad y no voy a pedirle perdón a nadie por ello. Disfruto mogollón.
Lo que ya me toca partes más vitales y sensibles de mi anatomía corporal, es que el tío, el señor Coelho, vaya de gurú. De mito. Porque el que escribe bestsellers no engaña a nadie más allá de lo que pretenda hacer creer en su propio libro. Sin embargo el artificio de este señor se expande sutilmente más allá de su “literatura” para llegar a abarcar su propia persona. Vaya, que el caballerete se piensa que es una especie de Moisés o Buda del siglo XXI. Y el colega, estoy completamente seguro, ¿saben ustedes lo que hace cada vez que publica un libro y se vende como rosquillas?... se descojona, se descojona de risa en su casa, que no es precisamente la choza del Alquimista.

Supongo que ahora me saldrán los abogadillos del diablo defendiendo aquello de que cada uno es libre de escribir lo que quiera y tal y tal y tal… brasa, brasa, brasa… pues mire usted, si, vale. Hasta ahí. Pero no me quieran hacer creer que el autor es lo que no es. Yo también soy libre de pensar y opinar lo que quiera. Y una cosa es que alguien escriba libros pretendiendo hacernos ver lo blanco negro y otra muy distinta es que, además, se pretenda hacer creer que el que los escribe es un asceta iluminado que está en posesión de una sabiduría ancestral.

Les cuento una anécdota que me ocurrió leyendo El Semanal y que muchas veces he compartido con mi amigo Esteban. No tiene desperdicio. Fíjense, fíjense. Resulta que el gurú este de los cojones escribe de vez en cuando en la última página de la citada revista. Cierto día aparecían una serie de frases suyas. De éstas del tipo de “si lloras porque no ves el sol las lágrimas te impedirán ver las estrellas” y que pretenden dar a entender que si el Demonio le mete un palo por el culo a la Srta. Prim, ésta deberá reírse de pura alegría y mirar lo positivo de la vida (y que conste que a mi los mensajes positivos me encantan, pero si me los da alguien con más fiabilidad que este señor). Bueno, pues, como digo, al final de cada frase venía la obra de la que procedía. Pero tal es mi sorpresa cuando doy con la siguiente: “Busca al guerrero de la luz que todos llevamos dentro”(ufffff ¡qué hondura!). Al interesarme por la obra de procedencia de tan sublime afirmación, me topo con esta referencia: frase inédita. Y entonces me digo, manda cojones. Como dijo Trillo. No proviene de un libro. Estamos ante un colega que se dedica a publicar frases sueltas. Ole, ole y ole. En plan galletas chinas de la suerte.

Seguía al artículo un reportaje donde el gran gurú ancestral decía: “No tengo más propiedad que la puesta de sol”. En la foto del reportaje, el colega aparecía paseando por su jardín en un coche de estos que se utilizan en los campos de golf. Si uno miraba al horizonte no se veía el límite de la finca. Y en la parte de atrás del vehículo llevaba un arco de no sé qué madera, extinta ya sobre la faz de la tierra, y unas flechas con plumas de no sé qué pollo, pavo o ave del paraíso. Porque resulta que, a Don Místico, lo que le relaja es el tiro con arco. Pero ojo, no con cualquier arco ni con cualquier flecha. El problema es que, a éste que se jacta de no poseer nada más que las puestas de sol, no sé qué le costó más millones. Si su jardín infinito o las flechas de pollo exótico de los mares del sur. En la foto, el colega sonreía. Sí, con esa sonrisa que he dicho antes. La sonrisa del que se está aguantando la risa porque se descojona.

El Trovador Errante

sábado, 26 de mayo de 2007

SE PEDIRÁ CUENTA...

No pretendo demostrar nada. Ni tan siquiera crear polémica. Únicamente poner de manifiesto algunos datos objetivos, no suposiciones, que plantean ciertos interrogantes aún no aclarados por la Iglesia Católica respecto a la muerte de Albino Luciani, también conocido como Juan Pablo I. Interrogantes que hubiesen precisado y merecido, como mínimo, una breve investigación incoada por la Iglesia con el fin de transmitir una imagen de transparencia, prudencia, sentido común y, por qué no, justicia.

Mientras tanto, y con los datos que hay, la sombra de la duda seguirá planeando sobre las cabezas de muchos fieles.

La enumeración que paso a exponer a continuación la he extraído y sintetizado del libro “Se pedirá cuenta” de Jesús López Sáez.

Es preciso observar que todo lo que antecede no es algo que exista únicamente en la fantasía de su autor; se trata de hechos que pueden ser comprobados y confirmados por testigos válidos ante cualquier tribunal.

Vamos a ignorar deliberadamente el hecho de que este sacerdote fue presionado para que su libro no saliera demasiado a la luz pública y pasaré simplemente a elaborar una breve síntesis (cuya fuente original es la citada obra) de datos que andan muy lejos de las caprichosas y típicas teorías conspirativas. Para mayor profundización y verificación de la fiabilidad de las fuentes, os remito a dicho libro.

1) Cuando se constató el hecho de la muerte de Pablo VI bastaron tres minutos para que el mundo tuviera noticia del acontecimiento. Respecto a la muerte de Juan Pablo I el primer comunicado oficial se realizó tres horas después de confirmar su muerte. El Secretario de Estado, Cardenal Villot, impuso un voto de silencio sobre las circunstancias en que fue hallado.

2) La Santa Sede acompañó el anuncio de la muerte de Pablo VI de un detallado informe médico. Por el contrario, a la muerte de Juan Pablo I, sólo un breve comunicado oficial informaba de la hora y la causa de la muerte.

3) El Sacro Colegio no ordenó la autopsia porque la consideraba superflua, no habiendo duda alguna sobre las causas naturales de la muerte del Papa Luciani. Por el contrario, diversos especialistas indicaron que es clínicamente imposible explicar la causa de la muerte por infarto de miocardio agudo (y además, instantáneo) sin la realización de la autopsia. Por otro lado, la forma en que se encuentra el cadáver (recostado en la cama en posición de lectura y sin signos de violencia) no responde médicamente al cuadro típico del infarto: no ha habido lucha con la muerte.

4) No existe sintomatología en Luciani que delate el infarto de miocardio ni factores de riesgo como son la hipertensión, tabaquismo, obesidad, gran arteriosclerosis, comidas copiosas… Al contrario de lo que se ha difundido, Albino Luciani, gozaba de muy buena salud. Entre múltiples testimonios destaca el de quien fue su médico durante los diez años anteriores a su muerte. Por otro lado, su baja presión sanguínea le debía mantener, al menos en teoría, alejado de cualquier posible ataque cardiovascular.

5) Lo corriente para el embalsamamiento del Papa, es que se le extraigan los órganos y, por consiguiente, sería fácil el acceso a muestras de sangre (ciertamente, una pequeña cantidad de sangre hubiera bastado para que un perito forense pudiera establecer la presencia de cualquier sustancia venenosa). En este caso y de modo anómalo se utilizó para su embalsamamiento un procedimiento consistente en inyectar al cuerpo sustancias químicas.

6) Luciani sabía que, por lo menos desde 1972, existía un grave error en el planteamiento general de las finanzas vaticanas (evasión de impuestos, movimiento ilegal de acciones...). La reacción de Luciani no se hizo esperar. El sábado, 27 de agosto, mientras cenaba con el cardenal Villot (Secretario de Estado) Luciani le instruyó para que iniciara de inmediato una revisión de todas las actividades vaticanas, especialmente del Instituto per le Opere di Religione, el IOR, conocido generalmente como el Banco del Vaticano.

7) El Vaticano se había convertido en una especie de paraíso fiscal, que fue pronto descubierto y explotado por financieros y especuladores que, al amparo de la poderosa logia Propaganda Dos (P2), dentro de la cual se encontraban miembros de la Iglesia, habían de protagonizar un fraude fiscal a gran escala. A comienzos de los años setenta, las fugas ilegales de divisas eran ya tan masivas que habían empezado a provocar graves problemas en la economía italiana.

8) Luciani estaba decidido a imponer su autoridad, como había anunciado el 23 de septiembre en San Juan de Letrán. En la tarde del 28 le comunica a Villot que los responsables financieros y sus colaboradores serían inmediatamente destituidos.

9) Se dice que el Papa murió leyendo la “Imitación de Cristo” y que los folios que había entre sus dedos eran apuntes de una homilía que tenía preparada para el día siguiente.
Varios testigos notables (cuya identidad aparece en el citado libro) confirman no sólo que los folios que sujetaba el Papa Luciani eran notas sobre la conversación de más de dos horas que la tarde anterior había tenido con el Secretario de Estado respecto a la remoción de varios cargos (que incluían al propio Villot) sino que además fue éste mismo quien se apoderó en ese momento de dichos documentos, los cuales jamás salieron a la luz pública. De su estudio desapareció, igualmente, su testamento.

10) Tras la muerte de Albino Luciani, sorprende la serie de asesinatos y atentados violentos con fines intimidatorios, que se han perpetrado para enmascarar la práctica habitual del saqueo a gran escala.

En todo este asunto está en juego la figura de Juan Pablo I que es preciso recuperar. Juan Pablo I no es sólo el Papa de la sonrisa. Esto es periodismo superficial. Algo singular debió ocurrir en la capilla Sixtina cuando fue elegido el 26 de agosto de 1978. Se ha hablado de milagro moral, elección carismática, clara acción del Espíritu… pero yo me remito a los hechos: al día siguiente, en su primer mensaje al mundo, había de anunciar un nuevo programa al servicio de una total renovación eclesial continuando el rumbo marcado con tanta aceptación por Juan XXIII. Para ello, quería continuar la aplicación del Concilio Vaticano II, recordar que la Iglesia es Comunidad y no Estado, tener muy presente que la evangelización sigue siendo su deber principal, proseguir con paciencia y firmeza el diálogo sereno y constructivo y alentar todas las iniciativas que puedan tutelar e incrementar la paz y, sobre todo y principalmente, el acercamiento y la ayuda a los más desfavorecidos.

Igual cada uno de estos datos, por separado, no demuestran nada relevante pero cierto es que analizados en su conjunto forman un engranaje, como mínimo, bastante inquietante.

Que cada cual piense lo que quiera. Yo me limito a recordar la cita de Lucas en el capítulo 11: “A cada generación se le pedirá cuenta por la sangre de sus profetas”.


El Trovador Errante






viernes, 25 de mayo de 2007

GALERÍA DE PERSONAJES PRESENTA... WOODY ALLEN

No tengo ni puñetera idea de cine. Ni lo pretendo. Pero sé lo que me gusta y lo que no. Y reconozco a quién me transmite algo y al que está de florero en dos horas de largometraje.

Aunque parece que no, si uno se fija con atención se da cuenta de que aún existen genios que pasean con sus propios pies terrenales en la época que nos ha tocado vivir. Genios que, seguramente cuando mueran (es lo que pasa siempre en este mundo y concretamente en esta España de Caín), serán agasajados con un plus de reconocimiento póstumo que ya se habían ganado en vida.

Probablemente sus 21 nominaciones al Óscar (galardonadas con el citado premio en Hannah y sus hermanas -mejor guión original- y en Annie Hall -mejor director- ) son lo que menos me impacta de este personaje, aunque es un dato bastante significativo.

Director, guionista, actor, escritor, clarinetista a ratos… todo ello, como digo, me impresiona pero lo que más admiro de él es una sensación que me hace intuir que el Woody de las películas es exactamente igual al de la vida real. Probablemente me equivoque… pero no mucho.

Da gusto escucharlo, simplemente oírlo hablar. Y al contrario de lo que pueda parecer, me relaja. Podría hacer una película de dos horas donde sólo actuara él sobre un fondo blanco y me atrevería a decir que pasaría un buen rato.

Si me dieran a elegir entre pasar una noche con Woody Allen o con Angelina Jolie probablemente me quedaría con el primero… aunque tampoco lo aseguro.

Alguien más erudito y puesto citaría a continuación su obra y tal y tal y tal… brasa, brasa, brasa… excelente genio cinematrográfico… brasa, brasa, brasa… camaleónica puesta en escena… brasa, brasa, brasa… rey del celuloide… brasa, brasa, brasa...

Yo no voy a hacer eso.

Más mundanamente me limitaré a apuntar algunas frases suyas que no tienen desperdicio.

El Trovador Errante

FRASES CÉLEBRES DE WOODY ALLEN:

- El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores.

- Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.

- El sexo sólo es sucio si se hace bien.

- El amor es la respuesta, pero mientras usted la espera, el sexo le plantea unas cuantas preguntas.

- La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.

- El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un experto muy avanzado en la materia para verificar la diferencia.

- No le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda.

- Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas.

- El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír.

- En realidad, prefiero la ciencia a la religión. Si me dan a escoger entre Dios y el aire acondicionado, me quedo con el aire.

- El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro.

- La única manera de ser feliz es que te guste sufrir.

- En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones.

- No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo.

- Lo que más odio es que me pidan perdón antes de pisarme.

- Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición.

- Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.

- Y mis padres por fin se dan cuenta de que he sido secuestrado y se ponen en acción rápidamente: alquilan mi habitación.

- La muerte de Freud, según Ernest Jones, fue el incidente que causó la ruptura definitiva entre Hemholtz y Freud, prueba de ello es que en muy contadas ocasiones volvieron a dirigirse la palabra.

- Tomé un curso de lectura rápida y fui capaz de leerme Guerra y Paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia

- El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras.

- No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior.

- En Estados Unidos no se acuerdan de la guerra con España de 1898. Lo más viejo allí tiene diez años.

- El cerebro es mi segundo órgano favorito.

- Mis padres no solían pegarme; lo hicieron sólo una vez: empezaron en Febrero de 1940 y terminaron en Mayo del 43.

jueves, 24 de mayo de 2007

BIENVENIDOS A TODOS, CONSIDÉRENSE EN SU CASA Y PÓNGANSE CÓMODOS...

Tras mucho debatir, platicar, discutir, insinuar y toda una ristra de verbos relativos al puro don del intercambio de ideas, he decidido (espoleado por amigos conocidos y adversarios -que también son amigos-) intentar adentrarme, no sé si por mucho tiempo, en una incierta andadura por el apasionante, pero peligrosamente insípido si no se cuida, universo del blog.

Para comenzar seré breve. Únicamente daros la bienvenida a todos los que, queriendo o sin querer, de casualidad o intencionadamente, paséis por aquí.

Conociéndome os anuncio que el contenido de lo aquí presente será de lo más variopinto e incluso contradictorio. Como la vida. Intentaré abordar, sin reconocerme experto en nada, el mundo del cine, la música, chascarrillos de costumbres, poesía, literatura, amigos, acontecimientos e incluso política (aunque en esto último ya tengo un amigo que, pese a su ideología, lo hace y lo seguirá haciendo mucho mejor que yo).

Sin querer entreteneros mucho en esta primera entrada, no más que para que sirva de presentación y bienvenida, mis primeras palabras, y mi primera imagen, serán para alguien que está demasiado lejos para lo cerca que yo quisiera que estuviera. Y como a partir de aquí, si lo estás leyendo, te habrás dado cuenta de que me refiero a ti, cambiaré pues la segunda persona del plural por la segunda del singular.

Aquí te dejo, guapa, pensando en ti, unos versos de Mario Benedetti que seguro te son conocidos.

Mil besos para ti y, quedando a su disposición, un cordial saludo a para todos ustedes.

El Trovador Errante

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te salves ahora
ni nunca, no te salves,
no te llenes de calma,
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados
pesados como juicios,
no te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzgues sin tiempo,
pero si pese a todo
no puedes evitarlo,
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas, entonces
no te quedes conmigo.